Los
asentamientos en el término de Benicāssim se remontan hasta la Edad
de los Metales. Se han hallado vestigios pertenecientes al Eneolítico
en la Comba y la Mola del Cigalero; a la Edad de Bronce pertenecen
los enterramientos de Fontallada y las capas inferiores de las ruinas
del castillo.
Sus
primitivos habitantes ocuparon lugares como la ermita de Santa Águeda
y el castillo de Montornes, el cual lo conquistará el Cid a los
musulmanes en 1094. El nombre de esta ciudad es, en realidad, de
origen árabe: "hijo de Casim".
|